¿Quién soy?

 

Yo era como un barco a la deriva, después de conocerme bien a mí mismo y de unas cuantas experiencias laborales  puedo afirmar que he encontrado el faro que ilumina mi vida, el GESOF, me gustan las energías renovables y el  coche eléctrico, creo que el futuro del planeta pasa por la electrificación del transporte y de los sistemas de  calefacción, siempre he sido un poco manitas, me gusta montar y desmontar cosas, repararlas y mejorarlas, pero a  nivel de conocimientos técnicos estaba escaso, así que decidí matricularme en Ingeniería Mecánica, donde se tocan  múltiples aspectos de la física aplicada, dichos conocimientos son puestos a prueba en el desarrollo del GESOF, le  he dedicado el tiempo que me iba pidiendo el proyecto, la creatividad va y viene, no puedes planificarla, no sabes  cuando se te va a encender la bombilla, ni el tiempo que va a estar encendida, pero lo que sí sé, es que me gusta  trabajar con luz, da igual que sean 2, 8 o 14 horas diarias, el tiempo pasa volando cuando estoy con GESOF, me  gusta verlo evolucionar, cada paso que doy va siendo más difícil, pero en cierto modo también es más gratificante,  el no tener recursos económicos hace que tenga que tirar de ingenio, lo cual es divertido, retador, pero me provoca  un poco de incertidumbre saber si mis hipótesis las podré validar en un prototipo comercial, el tiempo dirá si GESOF  ha sido una contribución al desarrollo de la sociedad, pero lo que sí ha sido es una contribución en mi desarrollo  personal. 

La tecnología GESOF merece ser estudiada como posible fuente de generación eléctrica a largo plazo, tiene ventajas  que redundaran en valor añadido a la sociedad, la más notable es el bajo coste de producción de la electricidad, lo  cual tiene un peso muy importante en el IPC, aumentando el presupuesto disponible a los gobiernos, empresas y  familias, todos ellos podrán destinar el ahorro a satisfacer otras necesidades más básicas.

Me decidí a investigar sobre GESOF porque la posibilidad de hacer una contribución al desarrollo de la sociedad es lo  que da significado a mi vida, es mejor dar que recibir, la construcción de un mundo mejor hace que me levante con  entusiasmo cada día, ese deseo es la fuente de mi energía vital, además, tengo que reconocer que me lo he pasado  muy bien, sobre todo haciendo trabajo de campo, el diseño de la mecánica que permite transformar y almacenar la  energía para desalinizar agua y/o producir electricidad es cosecha propia, realizada a base de dibujar, borrar, dibujar,  borrar y volver a dibujar numerosos bocetos de lo que mi imaginación emanaba, conseguí ponerlo en práctica con dos  maquetas de prueba de concepto, montar y desmontar, aprender, volver a montar y desmontar, volver a aprender y  así continuamente hasta que di en el clavo, ese fue mi trabajo de campo. Tanto esfuerzo obtuvo el premio TCUE-UCAV  en 2015 para el desarrollo de prototipos, sinceramente, me subió la moral.

Los aerogeneradores convencionales y paneles fotovoltaicos son tecnologías a las que les quedan poco margen de  mejora, no puedo competir contra presupuestos multimillonarios de grandes corporaciones que tienen trabajando  desde hace décadas a los mejores cerebros del panorama internacional, si quiero competir con ellos tiene que ser  en una tecnología que parta de cero, en 2010 enfoqué la solución tomando como modelo los barcos de vela, se me  ocurrió crear un mecanismo que generase bombeo hidráulico con la fuerza del viento, aquel artilugio que en mucho  y poco se parece al actual GESOF, no puedo considerarlo un fracaso, al igual que las personas antes de aprender a  caminar tienen que aprender a gatear, levantarse, caerse, levantarse, caerse y volverse a levantar, ese dispositivo  fue lo que me puso en movimiento, mi pasión por la investigación hizo el resto, descubrí las vibraciones inducidas  por vórtices, un fenómeno que bien aplicado podría ser una alternativa real a la eólica tradicional, ahora ya tenía  una tecnología disruptiva y parafraseando a Einstein: “Locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes”. 

Para entrar en un mercado tan maduro como la energía necesitas salirte del molde, las empresas no van a apostar  por una tecnología que suponga un 5% de abaratamiento pero que conlleve una gran incertidumbre, por lo menos  tiene que producir el KWh un 50% más barato que las tecnologías presentes, entonces si se puede considerar  reconvertir todo el sector energético. Espero que este proceso de investigación reporte resultados que sirvan para  posteriores proyectos de I+D+i y no se quede en un mero ejercicio académico. 

Todas las conclusiones obtenidas son a groso modo, es un estudio básico, pero lo que sí puedo certificar es que  existe la necesidad de invertir tiempo y dinero en un estudio pormenorizado realizado por un grupo de especialistas  para determinar la viabilidad y empezar a tenerlo en consideración para el mix energético del futuro.

El proceso de investigación me ha enseñado a valorar la calidad de las fuentes, a conocer diversos métodos de  búsqueda más allá del clásico libro, la importancia que tiene el inglés para trabajar en I+D+i, particularmente me  atrevo a decir que para que se dé la innovación es necesario un 10% de inspiración, un 20% de acción, un 30% de  pasión y un 40% de tesón. 

Con toda la humildad del mundo, creo que GESOF en un plazo de 20 años va a estar cotizando en el IBEX 35, pero  claro, los buenos platos se cuecen a fuego lento, mientras tanto disfrutaré con los aromas que desprende,  personalmente me motiva al máximo el proyecto, por ello seguiré levantándome a trabajar con la misma ilusión  con la que los niños se levantan el 25 de Diciembre para abrir sus regalos de Navidad, y esa sensación, a pesar de  la incertidumbre del emprendedor, es lo que me hace disfrutar el día a día.