Cilindro hidráulico

La Figura 28 es una de las infinitas configuraciones mecánicas que permite el cilindro hidráulico. El cuerpo del cilindro (1) con la cámara de llenado (2) y de vacío (5) pueden adoptar una posición inclinada ciertos grados para minimizar pérdidas por fricción del cable (6). El resorte (3) empuja para permitir los ciclos de succión que se producen por el arrastre descendente del émbolo (7). Devolviendo al émbolo (7) a su punto muerto inferior, venciendo la oposición que ejerce el empuje vertical del globo. La membrana elástica (4) y el resorte (3) ayudan a producir un efecto resonante que genera más potencia.

Figura 28: Sección de un cilindro hidráulico

Fuente: Propia

 

En la imagen de la derecha se ve la representación en perfil del émbolo (7) del cilindro hidráulico. Se compone de los elementos (7, 8, 9 y 10) comportándose como un único bloque que sube o baja según el tiro del cable de tracción (6). De color gris (7) es el armazón. Sobre él se monta el carrete de color naranja (9), en el cual se enrolla el cable de tracción (6). Verde es el motor eléctrico (10) y de color rosa una pequeña polea (8) que orienta el tiro del cable respecto de los rodamientos cóncavos (11). El llenado y vaciado de la cámara (2) se realiza por medio de la tubería (12) que comunica con la central hidroeléctrica (C.H.). El motor eléctrico (10) permite el giro en los dos sentidos, disponiendo de un bloqueo de posición. El motor está fijado en el extremo del armazón (7), dispone de una corona exterior que engrana con el carrete (9). El carrete lleva en el centro un eje con unos rodamientos que fijan el carrete a la estructura, pero no imposibilita que de vueltas (giro arrastrado por el motor). Sobre el carrete (9) se enrolla el cable de tracción (6).

 

El émbolo sube y baja desplazándose por una cavidad ranurada practicada en el cuerpo del cilindro (1). El émbolo está encajonado para que no se mueva cuando tire el cable de tracción. El colchón amortiguador (13) evita impactos del émbolo en sus rápidos descensos.

 

Los remolinos generados por los vórtices harán vibrar al GESOF, tensando unos cables de tracción (a+) y destensando otros (a-), Figura 29. Al cabo de unos segundos la fuerza con la que tira de los cables de tracción se habrá intercambiado. Siendo otros los cables los que se tensen y destensen. Este fenómeno se producirá siempre que el GESOF se vea rodeado de una corriente en estado laminar. Cuanto más se sube en la atmósfera, mayor es la velocidad del viento y más laminar. Se diseña al GESOF para que entre en resonancia a medianas velocidades del viento (unos 9 m/s).